Con un distintivo color rubio claro y un peso promedio de alrededor de 600 kilos, la vaca Palmera es conocida por su aptitud cárnica. Se explota de manera semiextensiva, aprovechando los pastos naturales y forrajes de la isla, lo que contribuye a la conservación del paisaje característico de La Palma.

Una característica destacada de la carne de la vaca Palmera es su calidad excepcional. Analíticas realizadas por la veterinaria Mª. Nieves Rodríguez Marín han demostrado que esta carne no contiene metales pesados ni tóxicos, y tiene un bajo contenido en grasa, siendo rica en ácido graso oleico, lo que la hace beneficiosa para la salud cardiovascular.

A pesar de su valor y singularidad, la vaca Palmera se encuentra en peligro de extinción debido al bajo número de ejemplares que quedan, aproximadamente entre 400 y 500 individuos de todas las edades. Consumir carne de vaca Palmera no solo garantiza una experiencia gastronómica excepcional, sino que también contribuye a la conservación de esta raza autóctona y a la biodiversidad ganadera de la región.